■ Sinopsis ■
Como comerciante de artefactos interdimensionales, has reunido una clientela de lo más singular… incluyendo al mismísimo Lucifer, el emperador del Plano Astral Demoníaco.
Tras una serie de desgracias, te ves obligada a acudir a su misericordia. Él te ofrece un trato: refugiarte en su palacio y encargarte de su vasta colección de reliquias a cambio de la posibilidad de recuperar tu libertad. Pero hay una condición: también deberás servir como criada personal de sus cuatro hijos caprichosos —los príncipes del Orgullo, la Avaricia, la Lujuria y la Envidia.
¿Podrás resistir la tentación en un palacio gobernado por el pecado… cuando los príncipes luchan no solo por tu corazón, sino por tu alma?
■ Personajes ■
Alastor – Príncipe del Orgullo
«Ven y atiende a tu príncipe, y recuerda la suerte que tienes de servirme. Cualquier otro mortal mataría por esta oportunidad.»
El mayor de los hermanos y heredero al trono. Alastor es arrogante hasta la médula, aunque su porte imponente esconde una pesada carga… y cicatrices del pasado.
¿Lograrás atravesar su orgullo y ver al hombre detrás de la corona?
Malthus – Príncipe de la Avaricia
«Todo tiene un precio… si estás dispuesta a pagarlo.»
Malthus es sereno, calculador y sumamente inteligente. Analiza cada situación como si de una transacción cósmica se tratara. Siempre obtiene lo que quiere… pero cuando pone los ojos en el trono, ¿serás tú quien le muestre qué es lo realmente valioso?
Ifrit – Príncipe de la Lujuria
«Estás preciosa cuando te esfuerzas así. ¿Qué te parece un descanso? Conozco formas muy divertidas de relajarte…»
Seductor y vividor empedernido, Ifrit lidera las hordas de íncubos y súcubos con una sonrisa. Pero hasta el placer sin límites acaba por vaciarse.
¿Le enseñarás lo que significa el amor de verdad?
Valec – Príncipe de la Envidia
«Más te vale no aburrirme… solo mantengo cerca lo que me parece interesante.»
El menor de los príncipes, impredecible y muchas veces ignorado por sus hermanos mayores, vive a la sombra de todos. Pero tras sus juegos y sarcasmos, late un deseo genuino de ser visto.
¿Lo guiarás hacia un futuro libre de envidia?